lunes, 25 de abril de 2011

¿Cúando nace la moda?

Historiadores y sociólogos coinciden al afirmar que la moda es un sistema para el aprovisionamiento de prendas de vestir que surgió hacia la Baja Edad Media. Sin embargo,… 
…hay quienes desmienten esta afirmación, argumentando que no es posible suponer que la moda surge en ese contexto puesto que la duración de los estilos era tan estable y prolongada que las personas en su vida cotidiana no podían cambiar constantemente su estilo de vestir, pues para que la moda exista es importante que el cambio continuo y el gusto por las novedades se haya instalado por completo en un grupo social, es decir, que se haya convertido en parte de las dinámicas que mueven su economía, y ante todo que los individuos puedan ejercer una cierta autonomía respecto a la manera en la que desean moldear su apariencia.
Si bien en la Edad Media la economía se vio dinamizada por el comercio textil, la gente no decidía con toda libertad sobre las prendas que emplearía, pues el vestido obraba como un indicador del lugar se ocupada en la estructura social; quiere decir que tenía un papel clave como regulador de los límites sociales existentes entre las personas. Lo que sí es claro, es que para esta época se dieron cambios fundamentales en cuanto a la diferencia de género manifestada a través de la ropa. Fue entonces cuando en Occidente se empezó a estilar que los hombres llevaran prendas bifurcadas—lejanamente similares a pantalones—, que para entonces se llamaban calzas; y por el contrario, las mujeres seguirían llevando prendas talares o túnicas. Este gran cambio señala que hacia aproximadamente mediados del siglo XIV, se da una primera revolución en el vestir que se mantendrá prácticamente estable hasta el presente. No en vano, en la actualidad, cuando pretendemos ingresar en un baño público identificamos a cuál podemos acceder gracias a un ícono que se diferencia bien sea por su falda o por su pantalón.
También hay posiciones que consideran que la moda tal y como la conocemos hoy surge hacia el siglo XVII, puesto que en ese periodo hubo una sucesión ininterrumpida de cambios en la apariencia, propiciados por una nueva visión respecto de los individuos, hubo igualmente una distención en la leyes suntuarias, es decir de esas normas que de manera estricta regulaban la forma en la que cada uno debía vestirse, o que le prohibían a las personas emplear tal o cual textil por considerarlo no apto para su rango. Ante ese panorama, si bien no hubo posibilidad de cambiar con regularidad la estructura esencial del traje, sí hubo oportunidad de cambiar el peinado, el tipo de adornos que decoraban la superficie de los vestidos, los sombreros, los zapatos y toda suerte de adminículos. Hubo además gente dedicada específicamente a satisfacer el deseo de cambio, la sed por las novedades, necesaria para crearse una apariencia según el gusto personal, como por ejemplo lasmarchands de modes, mujeres que en el contexto de Francia se dedicaron a vender los adornos que demandaban los nuevos actores sociales, en una Francia absolutista pero condescendiente con los deseos de sus cortesanos y burgueses allegados a la Corona. Por estas razones, el siglo XVII francés es visto en la actualidad como el momento y el lugar para la gestación de una nueva actitud frente a las prácticas de consumo; frente a la distinción, que ya para entonces se ejercía a través del gusto personal; frente a la preparación del cuerpo para el mundo social, en resumen frente al vestir a la moda, siguiendo la más reciente novedad.
Existe además otra perspectiva frente al surgimiento de la moda, que se opone a las dos posibilidades antes expuestas, argumentando que la moda surge en el seno de la sociedad industrial, esto es en el siglo XIX. La oposición se hace en virtud de que para el siglo XIX un mayor número de personas tuvieron acceso a indumentaria y objetos novedosos cuya producción en serie era posible gracias a la oportunidad que daban los nuevos adelantos de la era: máquinas de coser, producción mecánica de encajes y textiles, publicaciones especializadas, y la circulación de patrones de corte a bajo costo. A esto se suma que para mediados del mismo siglo el hombre que hoy es considerado como el padre de la Alta costura, había establecido su negocio, y se empezaba a catapultar como árbitro del gusto, cambiando así la relación existente entre el modisto y el cliente, pues en el salón de Charles Fréderick Worth —como se llamaba él— el modisto imponía su autonomía, rompiendo así una tradición de modistas y clientas en la que éstas últimas dictaban sus caprichos en materia indumentaria. Con Worth se instalarán las bases de la moda moderna, y ésta a su vez se constituirá en dos polos: Alta costura y confección seriada. La primera será la encargada de “dictar” lo que está en boga y lo que no, mientras que la segunda se hincará ante sus dictados, siguiéndola fielmente y generando trajes en versiones de menor costo. Esta relación se mantendrá por un periodo de cien años, razón por la cual Gilles Lipovetsky denomina “moda centenaria” al periodo de la historia de la moda que va desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Para Margarita Rivière esta será la etapa burguesa de la moda, pues la nobleza había perdido su liderato en materia de gustos y éste ahora le correspondía a los nuevos ricos que había generado la Revolución Industrial.
En conclusión, hablar del origen de la moda supone entender que no existe una fecha precisa para ello, que existen varias condiciones de posibilidad para su surgimiento, y que Occidente ha registrado varios momentos esenciales en la transformación de la moda y las actitudes de la gente frente al vestir: la Edad Media, y los siglos XVII, XIX, y XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario